Un gusanito blanco, vivía en la morera
y lo llamaban gusano de seda.
Le gustaban las hojas, era muy glotón
y en pocas semanas se hizo mayor.
Con su fina seda tejió un capullo
y aquel gusanito sonrió con orgullo.
Cuando terminó se encontraba cansado
y dentro del capullo se quedó acostado.
Después de un tiempo de haber dormido
en una mariposa se había convertido.
Extendió sus alas, se desperezó
y así muy contenta el vuelo emprendió.
Llegó la hora de poner los huevos
y así la historia empezará de nuevo.
De ellos nacerán otros gusanitos,
y harán la seda de sus vestiditos.
HOLA CHICAS, TENEIS UN REGALITO EN MI BLOG.
ResponderEliminarSOIS ESTUPENDAS, UN BESAZO ENORME.
MUCHA SUERTE MAÑANA EN LA DECISIÓN DE ESPIRAL EDUBLOG, MERECEIS SER FINALISTAS.